Hace muchos años se tenía la creencia que los bebés debían usar un calzado que "forme" el arco y pie de tu bebé. Es así que era muy común, que los niños usen zapatos rígidos, con contrafuertes y de talón alto.
Sin embargo, muchos estudios señalan que los pies de los más peques deberían estar descalzos el mayor tiempo posible. Sobre todo en sus primeros años reciben mucha información a través del contacto del pie con las superficies. Por eso es importante que vayan descalzos para desarrollar su capacidad neuromotora.
Es así, que cuando tu peque necesite algún tipo de calzado, éste debe cumplir solo la función de proteger y acompañar, respetando el movimiento libre y permitiéndole sentir el mundo que le rodea en cada aventura.
Si aún tienes dudas, puedes consultarle a tu pediatra de confianza. 😊